Autopublicar artesanalmente no es solo decidir qué contar.
Es también decidir cómo, cuándo, desde dónde y con quién.
Es volver a tener el control creativo sobre tu obra, sobre tu mensaje y sobre el objeto que lo contiene.
En un mundo acelerado, dominado por algoritmos, por plataformas que deciden qué vale y qué no…
la autopublicación artesanal aparece como un gesto contracultural.
Como una forma de decir:
“No voy a esperar el permiso de nadie para mostrar mi voz.”
🌿 Un proceso con alma
Cuando autopublicás en formato artesanal, no solo estás compartiendo un texto.
Estás creando una pieza única.
Un objeto que lleva tus decisiones en cada detalle:
el papel, la estructura, la tipografía, la encuadernación, la tapa.
Todo habla de vos.
En ese proceso, se mezcla el arte, la edición, el diseño y el deseo.
No hace falta ser expertx en nada: hace falta tener algo para decir
y animarse a sostenerlo con las manos.
✊🏽 Independencia como acto político
Autopublicar artesanalmente también es un acto de resistencia.
Una forma de salir del circuito comercial tradicional,
de apostar por lo propio, lo autogestivo, lo sensible.
Pero no se trata de cortarse solx.
Se trata de unirnos como creadorxs, de formar tribu,
de caminar juntxs sosteniendo nuestras obras como estandartes.
Es mirar el objeto libro como algo más que un producto:
como una obra en sí misma.
Es decir:
“Esta es mi historia, mi formato, mi ritmo.
No necesito validación externa.
Lo que tengo para decir es valioso tal como es.”
🌀 El camino no es lineal, pero es real
Autopublicar no siempre es fácil.
Hay preguntas, decisiones, dudas, pasos técnicos.
Pero cuando lo hacés desde una estructura que te acompaña, el proceso se vuelve disfrutable.
Te transforma.
Por eso nació PublicArte:
un espacio para acompañarte desde la idea hasta el libro.
Para que no camines solx.
Para que publicar con tus propias manos no sea un salto al vacío, sino un camino posible y compartido.
¿Qué historia estás queriendo decir?
Tal vez ya sea momento de encuadernarla.